Hoy os traemos una pequeña recopilación de las consolas de la época en la que los redactores de este blog empezaban en este maravilloso mundo de los videojuegos. Algunas marcaron un antes y un después, otras pasaron sin pena ni gloria, pero todas compartían una arquitectura de 8 bits que las convierten en una de las primeras y más queridas generaciones de consolas (con perdón de las anteriores).
Empezamos con las dos compañías candidatas a ser "la reina del baile" de la época: Nintendo y Sega.

Por parte de Sega se lanzó al mercado la Master System I, una versión de la japonesa Sega Mark III adaptada para el mercado occidental. Técnicamente se trataba de una consola superior a la NES (Nintendo) de la que hablaremos un poco más abajo. Sin embargo, en el duro mercado japonés poco tenía que hacer frente al monopolio nintendero. Esto se debía principalmente a que las desarrolladoras que crearan juegos para NES no podían hacerlo para ninguna otra plataforma. Esta consola nos ha proporcionado grandes juegos que nunca olvidaremos como el Alex Kid.
Poco tiempo después de tener un éxito considerable en el viejo continente, Sega se planteó un lavado de cara que le pudiera dar una buena cota de mercado en América. De aquí salió el que fue para la empresa nipona uno de sus mayores hitos de su historia (junto con la MegaDrive de la que hablaremos en otro especial), la Master System II.

Esta nueva plataforma no supuso ningún cambio a nivel de especificaciones técnicas frente a su predecesora, aún así, tuvo un éxito impresionante en occidente. De hecho es la que muchos de vosotros recordaréis como vuestra primera consola (dependiendo de vuestro bando, la mía fue la NES). Como curiosidades me gustaría comentar el periférico 3D-Glasses : unas gafas que permitían jugar a videojuegos en tres dimensiones programados específicamente para este dispositivo; y el caso de la Master System III de Brasil donde las consolas de Sega tuvieron una hegemonía sin precedentes, consiguiendo una tercera revisión que según se comenta soportaba cartuchos de 8mb en vez de los originales de 4mb.

Continuamos con Nintendo y su primera puesta en escena en el mundo de las consolas domésticas. Estamos hablando, como no podía ser de otra manera, de la Nintendo NES (Nintendo Entertaiment System). Conocida en Japón como Famicom (Family Computer), se vendieron 60 millones de unidades en todo el mundo, 30 de los cuales fueron en Japón. Para los distintos mercados se hicieron diferentes versiones de la consola como vemos en la imagen de la derecha: la de arriba es la versión japonesa (que es la que curiosamente tenía yo, no sé por qué; y no, no era una clónica) y la de color gris, que es la versión para occidente. Esta fué la consola que nos deleito con los primeros juegos de franquicias como Mario Bros, Zelda o Final Fantasy. Además, si en la Master System veíamos periféricos de lo más estrafalarios, en la plataforma de Nintendo encontrábamos aún más: alfombrillas al estilo DDR, módem, teclados, un curioso robot, ... Posteriormente veríamos una revisión llamada NES II que, al igual que pasaba con MSII, un cambio estético era excusa suficiente para vender millones y millones de ellas.

Mientras todo esto pasaba, y viendo el éxito que estaba cosechando Nintendo, Sharp decidió pagar licencias a la compañía del fontanero para poder sacar su propia versión de NES, a la que llamarían Twin Famicom. Poseía un formato muy interesante, ya que los juegos se podían cargar de la forma habitual (cartuchos) o a través de diskettes de 3". La principal ventaja de la carga en este último soporte es el abaratamiento abismal de los juegos y la posibilidad de guardar la partida en el propio diskette. Poco se ha escuchado de esta consola fuera de las fronteras de Japón, muestra de ello son los elevados precios que pagan por ella coleccionistas hoy en día.

Por último, nos queda nombrar la experiencia de NEC en el sector. Al igual que Sharp, Nec decidió no quedarse de brazos cruzados mientras veía a Nintendo llevarse todo el mercado japonés por delante. Esta compañía de tecnología decidió crear su propia consola de 8 bits. A diferencia de todas las anteriormente comentadas, la PC Engine o Turbo Grafx (como se le conocía por occidente) poseía una GPU de 16 bits, pero siempre dependiendo de una CPU de 8, de ahí que lo estemos comentando en este especial. Esta mejoría gráfica frente a sus rivales se notaba, y mucho. Los juegos tenían la calidad de la mismísima, y posterior, NEO GEO. Además, adelantandose a su tiempo, Nec sacó su periférico Turbo CD con el que se pasaba de unos míseros 8mb a la ingente cantidad de espacio (para la época) de un Compact Disc. Habría sido un éxito de ventas si no hubieramos estado eclipsados por la NES o la MSII.

!Nada más por hoy! Espero que hayais pasado una buena lectura rememorando estos clásicos aparatos que tantas horas de diversión nos proporcionaron de pequeños. Nos leemos!