Aun conservo en la memoria grabado a fuego las largas tardes jugando con mi hermano al Street Fighter II en la Mega Drive. Primero se pegaban los luchadores y cuando nos "picábamos" nos pegábamos nosotros, siempre de una forma lúdica claro. A ojos de mi madre, era un juego de lucha y malo para nuestra educación, pero para nosotros era una fuente de diversión que nos mantenía en una habitación durante toda la tarde gritando cuando te quedaba poca vida y conseguías dejar KO al rival, o mejor todavía cuando hacías un "perfect", eso si que era el placer máximo.

Recordando la época, Street Fighter II nació a principios de la década de los 90' tras una versión primera que apenas tuvo éxito. La salida del juego fue tanto para Sega como para Nintendo variando tan solo la portada y el mando con el que jugabas.

Por entonces los juegos de 16 bits eran la pera limonera pero no había un juego de estas características, un juego que te permitiera jugar con una gran cantidad de luchadores, de ambos sexos, con una calidad y precisión incomparable y con un modo historia que iba cambiando según el personaje que escogieses.

Los personajes que podíamos escoger eran 12:

Balrog
Blanka
Dhalsim
Chung-Li
Guile
Honda
Ken
M. Bison
Ryu
Sagat
Vega
Zangief

Cada uno de ellos tenía características individuales, con diferencias en cuanto a velocidad, fuerza, ataques normales y especiales. La combinación de teclas para los especiales coincidía en algunos pero no en otros, siendo un mundo diferente cada uno del resto. Lo normal era especializarse en un par y saber utilizar todos los especiales y movimientos para cada momento.


La jugabilidad del juego es de la mejor que puedas encontrar, con una combinación del pad de 8 direcciones (diagonales incluidas) y 6 botones (son 3, pero pulsando start cambia), 3 para puñetazos y 3 para patadas, podías variar entre una intensidad de golpeo de pequeña, media y alta, según fuese la distancia y el tiempo que tuvieses para golpear.

Cada personaje es de una nacionalidad distinta exceptuando Estados Unidos y Japón, que casualmente tienen varios luchadores, y tiene un escenario diferente. A mi gusto el mejor es el de Vega, que haciendo honor a su nacionalidad española sale con unas sevillanas detrás mientras se "zurran" los personajes, pero lo bueno son las cuerdas que hay detrás en las que si tienes a Vega y haces su especial, te puedes subir a las cuerdas y hacer el especial de una manera muy "molona". En alguno de los escenarios incluso se pueden romper cajas, todo un logro para la época. En otros escenarios contábamos con espectadores que animaban mientras tu luchabas, como si fuese una pelea callejera en la que nadie se mete a separar porque puede recibir un "hadouken" en cualquier momento.

Los gráficos con los que cuenta el juego son de lo mejorcito que puedas encontrar por aquellos años, con movimientos de ropas y cintas del pelo (dentro de lo que cabe).

Uno de los momentos que deseabas que ocurriese mientras estabas jugando era un bonus stage, en el que consistía en reventar un coche a base de puñetazos y patadas hasta destrozarlo por completo durante un tiempo determinado. Esto se hacía para conseguir puntos, pero con lo que presumías era romper el coche, porque no todo el mundo puede romperlo antes del tiempo.





Sin duda alguna es un juego al que todo ser que quiera llamarse "jugón" debería haberse pasado con todos los personajes (aunque para mí con Chung-Li sea muy difícil). Es un juego que tiene mucho que aportar al jugador y que aunque hayan sacado nuevas versiones alpha, turbo, etc, dentro de mi pecho solo está esta imagen, que quiere decir, "es la hora de repartir leña".

No cabe duda y tras tardes de juego, debo añadir que Street Fighter II tiene un 10 bien gordo.

Pd: Espero que en la próxima Lan-Party de Elche haya alguna recreativa con este juego.