Muy buenas a todos!! Tras este paroncito de vacaciones que hemos tenido volvemos a la carga en Grog 'n Roll dispuestos a, como poco, entretener un raticulín.

El videojuego que hoy comentamos es The Incredible Machine. Esta singular obra, abreviada muchas veces como TIM, vio la luz en el año en el año 1992 de la mano de desaparecida Sierra Entertainment. La peculiar gracia de este juego era que debíamos crear las típicas máquinas de las películas que son supercomplejas pero que tienen una finalidad muy simple (llamadas máquinas de Rube Golberg), como pueden ser la máquina que se ve en la primera escena de Regreso al Futuro I (máquina que prepara el desayuno de Doc y de su perro Einstein) o los diferentes ejemplos que se ven en el programa de televisión El Hormiguero cuando el colaborador Marron muestra esos ingenios gigantes que, desgraciadamente, suelen fallar mucho.

Como hemos comentado, en cada nivel teníamos una misión diferente que resolver (que suele ser algo trivial, como puede ser empujar una pelota, dar de comer al gato, explotar un globo...) pero para ello se nos daban diferentes dispositivos (entre otras cosas, pelotas, chinchetas, láseres, ventiladores, camas elásticas...) con los cuales debíamos cumplir el objetivo propuesto de una forma más o menos original.

Cabe destacar que, además poder jugar al modo normal, podíamos utilizar "escenarios en blanco" para así construir nuestras propias máquinas sin ninguna meta en particular más que la que nosotros nos propusiéramos. Esto, al menos en mi caso particular, me permitió matar mucho grandes momentos de aburrimiento.

Por último destacar que TIM tuvo muy buena aceptación entre el público, lo que propició que surgieran muchas secuelas que, básicamente, lo único que hacían era proponer nuevos puzzles. Sin embargo, de entre todas cabe destacar la obra Sid & Al's Incredible Toons que proponía exactamente lo mismo que TIM pero con un toque de humor mucho mayor al ya proporcionado por la obra original.

En resumen, una gran obra que desde aquí recomiendo. Mi veredicto, un 10. Y como siempre digo, no creo haberme excedido. ¡Esperamos vuestros comentarios!